Cómo conservar Almejas y Cómo Hacer que Expulsen la Arena

    Os ha pasado alguna vez que habéis comprado almejas, mejillones o cualquier otro molusco, y no los habéis utilizado todos en ese momento? 
    Bien porque a la hora de cocinar os habéis dado cuenta de que son mucha cantidad, o que ha surgido algo que os ha hecho tener que posponer la cocción de los mismos para otro día.

      Entonces nos preguntamos... cómo los conservo para que aguanten al día siguiente?? 

     Pues con el post de hoy, os voy a dar 2 trucos en uno.

    El primero, cómo poder conservar los moluscos -almejas, chirlas, mejillones...- entre 3 y 4 días en la nevera en perfectas condiciones para cocinarlo más adelante. Y el segundo, qué hacer para que las almejas expulsen la arena que llevan dentro.

COMO CONSERVAR ALMEJAS -VALE PARE CUALQUIER MOLUSCO- FRESCAS   

    Lo primero que hay que hacer es lavar muy bien el molusco. En éste caso yo lo he hecho con unas almejas.

    Las que queramos conservar para cocinarlas en otra ocasión, las colocamos en un recipiente:

    Y las cubrimos con un paño limpio que previamente habremos empapado muy bien en agua. 
    Las metemos en el frigorífico y listo:

    Con éste truco, el molusco os puede aguantar perfectamente 3-4 días en el frigorífico. Es aconsejable cada día empapar de nuevo el trapo para asegurar la humedad.

    Tenéis que tener en cuenta que si quitáis el trapo y véis alguna almeja abierta, es porque no está fresca y ha muerto. Es recomendable tirarla y no cocinarla.

COMO EXPULSAR LA ARENA DE LAS ALMEJAS

    Cuando las vayamos a cocinar, previamente debemos asegurarnos que las almejas no tienen nada de tierra.

    Ya sabéis lo horrible que es coger una suculenta almeja, llevarnosla a la boca y cuando la vamos a saborear, al masticarlas escuchamos un "CRAC!!!"

    PARECE QUE  ACABAMOS DE MASTICAR MEDIA PLAYA DE ARENA!!!!

    Se nos quitan las ganas de seguir comiendo, verdad?

    Pues para evitar éste mal trago sólo hay que hacer una cosica muy sencilla.

    Una hora antes de utilizarlas, llenamos las almejas con agua y le ponemos un buen puñado de sal:

    Movemos un poquito las almejas, para asegurarnos que la sal se disuelve en el agua y listo.

   Pasada media hora, vaciamos ese agua y la cambiamos por otra limpia, volvemos a echarle otro buen puñado de sal.

    Si nos fijamos, podemos ver cómo abren un poquito la concha y sacan la mollita, es muy curioso... ejjejej

    Esta sal hace que la almeja por sí sola expulse la arena que lleva dentro y así nos aseguramos que nos comeremos una almeja limpia.

    Espero que os sirva éste truco.